sábado, 23 de agosto de 2008

Iniciacion a la abogacía-Consideración.

"[...] Preguntaban un día a Paillet qué cualidades debía reunir un abogado para ser cabal:
'Dad a un hombre, respondió, todas las cualidades del espíritu; dadle todas las del carácter, haced que lo haya visto todo, aprendido todo y recordado todo; que haya trabajado sin descanso durante treinta años de su vida; que a la vez sea literato, crítico y moralista; que tenga la experiencia de un anciano y el empuje de un joven, con la infalible memoria de un niño; haced, por fin, que todas las hadas hayan venido sucesivamente a sentarse al lado de su cuna y le hayan dotado de todas las facultades y quizás, con todo ello, lograréis formar un abogado completo [...]"
En Iniciación a la Abogacía. Moliérac, J., México: Porrúa, 2001.